Sesión Sur-Sur: Potenciar las empresas dirigidas por mujeres N°6

Modelos de negocio resilientes al clima para mujeres emprendedoras

En el Sur Global, el cambio climático supone una amenaza desproporcionada a pesar de que estas regiones son las que menos contribuyen a las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Los países de África, Asia, América Latina y el Pacífico se enfrentan a sequías, inundaciones, olas de calor y tormentas cada vez más intensas que devastan los medios de vida, los sistemas alimentarios y las infraestructuras, especialmente en las comunidades que dependen en gran medida de la agricultura y los recursos naturales. Los recursos financieros limitados, la debilidad de las instituciones y el acceso inadecuado a la tecnología dificultan la adaptación y la recuperación de las crisis climáticas. Por consiguiente, es fundamental fomentar la resiliencia climática en estas regiones, no solo mediante la mejora de las infraestructuras y la preparación para casos de desastre, sino también mediante la agricultura sostenible, la adaptación dirigida por las comunidades y el acceso equitativo a la financiación climática, garantizando que las poblaciones vulnerables puedan soportar y recuperarse de los crecientes efectos del cambio climático.

Las mujeres, especialmente en el Sur Global, se encuentran entre las más afectadas por el cambio climático debido a las desigualdades de género existentes y a su papel fundamental en la obtención de alimentos, agua y energía para los hogares. Durante las sequías, las inundaciones o las malas cosechas, las mujeres suelen soportar la carga de recorrer largas distancias para obtener agua, cuidar de los miembros de la familia y encontrar fuentes de ingresos alternativas, todo ello mientras se enfrentan a un acceso limitado a los derechos sobre la tierra, la educación, los recursos financieros y el poder de decisión. Estas barreras estructurales aumentan su vulnerabilidad a las crisis climáticas, pero también las posicionan como agentes clave de la resiliencia.

Por lo tanto, apoyar modelos de negocio resilientes al clima para las mujeres empresarias es esencial para un desarrollo equitativo y sostenible. Las empresas dirigidas por mujeres, especialmente en los sectores de la agricultura, las energías renovables, la artesanía y los servicios locales, se encuentran en una posición única para desarrollar soluciones innovadoras en el nexo entre el clima y el género, reduciendo la vulnerabilidad y generando ingresos. Sin embargo, las barreras sistémicas, como el acceso limitado al crédito, los mercados, la formación, las infraestructuras y los derechos legales, a menudo limitan su capacidad para adoptar prácticas resilientes o recuperarse de las crisis. La inversión directa en la capacidad de las mujeres, a través de la financiación climática, la formación en métodos sostenibles, la tutoría, los vínculos con el mercado y las políticas habilitadoras, puede empoderar a las mujeres como agentes de cambio y fortalecer la resiliencia de la comunidad en general.